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miércoles, 13 de mayo de 2015

"FELIPE IV, A CABALLO", POR VELÁZQUEZ

Retrato ecuestre del rey, a quien Velázquez retrató en varias ocasiones.
Hijo de Felipe III (1578 - 1621) y Margarita de Austria (1584 - 1611), nace en 1605 y muere en 1665. Considerada completamente de mano de Velázquez, el artista presenta una reflexión personal sobre un género de gran prestigio en ambientes áulicos: el retrato ecuestre. Es muy probable que a la hora de realizarlo el pintor tuviera en cuenta los ejemplos de Tiziano Carlos V en la batalla de Mühlberg (P00410) y Rubens. Velázquez huye de toda retórica y se concentra en transmitir lo esencial: la imagen del Rey armado como general, que domina seguro los ímpetus de su caballo en corveta y que es, por tanto, capaz de llevar con mano firme las riendas de su Estado y de su propio carácter. Su postura erguida y su gesto firme contribuyen a aumentar la sensación de majestad. Prueba del cuidado que el artista puso en la elaboración del retrato son las correcciones -pentimenti- que se observan en la cabeza, busto y pierna del Rey y en las patas traseras y cola del caballo. Este lienzo fue pintado para uno de los extremos menores del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro en Madrid, como pareja de La reina Isabel de Borbón, a caballo (P01179). Aparece citado desde 1734 hasta 1814 en los inventarios del Palacio Real de Madrid, ingresando en las colecciones del Museo del Prado en 1819.